No hay nada como la tecnología inútil.

Fue una de las siluetas más emblemáticas de los años 2000 y con sus muelles un Vince Carter de 23 años saltó por encima de Patrick Weis en los Juegos de Sydney. Fue posiblemente el mate más descarado y humillante del baloncesto. Como mínimo un ‘Top 5’ histórico.

Era una época que recuerdo con cierto romanticismo donde las marcas todavía nos podían vender la moto con las ‘nuevas tecnologías’ de las bambas, y en Madrid, yo pasaba del aro de Mini Basket a la canasta grande en el cole...¡Necesitaba unas zapas de verdad! Mira, ya no me valían las John Smith del ‘Continente’ (lo que ahora es Carrefour) y estas IBAN a ser mis primeras zapas buenas, no había más vueltas que darle... ¡Tío, tenían muelles!

Empecé la temporada con las del curso anterior. Mis padres aún no estaban convencidos de querer dejarse esa pasta en unas zapatillas (algo de pena daba sobre la pista por aquel entonces, se entiende). ¡Pero les pillé! Acompañamos a mi padre a un viaje de negocios a Florencia ese octubre. Visitamos el Uffizi, el Ponte Vecchio, cenamos pizza cada noche. Mis padres estaban vulnerables y una tarde pasamos por delante de un Foot Locker …. ¡Craso error!

Y allí estaban...

Usé las tácticas que todo hijo conoce. Que si regalo de navidad anticipado, que si estamos de vacaciones… y claro entre los pucheros y la comida italiana estaban débiles y cayeron. Pero he aquí lo tonto que puedo llegar a ser. Me gustaban tanto estas zapas, y tenía tanto miedo de cargármelas, que las utilicé cinco veces esa temporada. Acabé comprando otras menos guays para jugar. Me creció el pie y me quedé con cara de tolai y sin casi usarlas.

Aprendí la lección de oro con las zapas: ¡Están para usarlas! ¡Úsalas, no seas tonto! …Y sí, eso incluye cualquier modelo retro.

Para la temporada 2018 Jordan introdujo su nuevo modelo, las Jordan 33, el cual presenta un nuevo “lacing system” basado en tecnología y materiales del paracaidismo. Se supone que con tirar de la correa que recorre el empeine se atan solas. Pero antes de que siquiera se pusieran a la venta, cayeron en manos de los testeadores y aparecieron problemas.

Siempre que se introduce algo así, ocho de cada diez no funciona. Pero, claro, me hizo pensar en mis queridas Shox. Nike te quería vender que habían muelles en la suela para amortiguar, y aunque no creo que nunca alegaron que te ayudarían a saltar más, todos creíamos que si. No pasa nada, lo puedes admitir

Lo que leí después no tiene precio. Nike anunció a la vez que iba a reintroducir las Shox BB4 y  que Vince Carter, en su última temporada en la NBA, las llevaría. ¡Casi lloro! !Qué poético! Al viejo samurai le devuelven su espada para su última batalla. Y luego, claro, porque tendría una nueva oportunidad de hacerme con las BB4.

¡Oye! Y aunque sean incómodas y me sangren los pies me compraré un par y jugaré aunque sea algún partido de liga municipal con ellas. Por los viejos tiempos, ¡Por qué no! No me voy a quedar con cara de tolai esta vez.